No estés lejos de mí un solo día
ay que no se quebrante tu silueta
en esta rara existencia mía
que insidiosa a la rebeldía reta.
Que no se vaya tu ausencia
ay que no tiemblen las hojas de abril
en esta lobreguez insumisa
envuelta en la suave insolencia.
Sienes que en sueños se abaten
Ay sienes que la sangre afluye
en la vorágine de bocas cerradas
tus ojos dulces en mis sienes laten.
La sola verdad de mi vida
cuando broto el amor perenne
injertando la rosa imponente
en un agasajo a las horas perdidas.
Estaré esperando ahí sin moverme
como aquellas viejas estaciones
donde alguna se detuvieron los trenes
dejando desvelos en hozadas visiones.
Guillermina
15/04/2014/
Hozadas =
desenterradas
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