21 abr 2014

TENGO QUE DECIRTE



Caes por mi rostro besándome el alma
Cuento cada sílaba, y pienso en ti
se rompen las tinieblas de un chasquido
en el beso tuyo se desquician las palabras.

Me empapas de dulzura, como el amanecer
en mis suelos viejos, semillas de pan florecen
le digo a la lluvia, ¡tengo miedo de mi locura!
ahogadas en el bisel del alma, sin fin remecen.

No hay un suspiro que lleve tu nombre
en el eco clandestino que arrullan mis labios
de tu cuerpo tibio junto al mío desnudados
cuantas veces el viento me recuerda que te amo.

Que en un rayo de luz alcance el cielo
bordando atardeceres conocí el amor
mas profundo que las raíces, de la tierra misma
que morí en un beso, cuando cruce las estrellas.

Tantos silencios sin ti, tantos silencios contigo
bajo los silencio que me arrullan, el alma
enredados en mi corazón, donde me haces falta
en la galaxia de mis versos, en la vida de mis sueños.

Tus besos destilan incienso sube la marea bohemia
el viento gime sin prisas, donde nadie puede comprender
ni siquiera tú, que eres la comunión de mis sentidos
que en los bordes de mi cuerpo y mi alma yo te amo

Me sonroja, decirte que desde que te amo
mi cuerpo tiembla en la luna de tus ojos
que tu piel y tus poros, se derraman en mis dedos
y la locura se siente cómoda, donde puedo despertar contigo.


Guillermina Covarrubias Medina
21/04/2014









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