UN TRÉBOL DE CUATRO HOJAS

Nada pasa por casualidad, todo tiene una razón y un porque.

Paulo Coelho.

Hoy mirando mi jardín , en mis 56 años jamás me había encontrado un trébol de cuatro hojas, aun cuando siempre los había buscado, sin embargo  estaba ahí lo tomé sin creerlo mi corazón salto no se porque , no, no era el trébol  que tenía en mis manos, sino lo que paso por mis pensamientos,

Extraordinariamente la vida como un película se proyectó, muchas imágenes iban y venían, 

machacaban las preguntas en mi cabeza cuántos abrazos que no di , cuantos te amo que callé, cuantos abrazos que quisiera dar cuantos te amo que quiero decir ,  vi a mi paloma fugitiva, la abrace la abrace  muchas veces, todos esos abrazos que me hacían falta  después, me di cuenta que  no le faltaron y esos te amo que  pensaba que callé , los dije muchas veces,  y esos te amo que  me dijeron, retumbaban en mis oídos sordos, me envolvió la nostalgia,  me adentre en aquellos pasadizos que caminé  y que no me detuve un solo instante .

 Los años no se quedan en las hojas del calendario, somos contorsionistas que caminamos en la cuerda floja en la vida, encontrar el equilibrio, es un arduo trabajo cuesta  dirigir el cuerpo pero mas cuesta equilibrar el alma, el pasado no regresara  nunca jamás, sin embargo a veces mirar atrás nos ayuda a ver nuestros errores,  a encontrar el equilibrio, no obstante nunca será perfecto. 

 Los altos y bajos de la vida  a veces es una consecuencia de nuestros actos, hay casos fortuitos e incomprensibles,  más no se debe arrastrar o llevar culpas ajenas,  porque  la esclavitud mas severa es la del alma.  

Entonces me  digo, el aprendizaje con más sabiduría es el que vivimos en carne propia, pues solo nosotros podemos saber  dónde nos aprieta el zapato.
 Si volviera a nacer, quiero caminar los mismos senderos,llevar ese mismo beso que  me arde en la sangre,  solo que menos de prisa.

  Algo me  sacó de la  inconsciencia, un beso... dos besos , me volví  mi dos hijos menores  estaban ahí, egrese  ya tienes tu ingeniero, !me dice!  uno,de ellos, mientras el pequeño  me enseña sus calificaciones  , egresare también  algún día madre, mi corazón  se hinchaba de orgullo, entonces  todo valió la pena, todo no fue en vano, mire el trébol de cuatro hojas que tenía en mis manos, entre a casa, y lo metí entre las hojas de mi cuaderno de apuntes … mire a mis retoños !y me dije! siempre tuve en mis manos un trébol de cuatro hojas…  

Guillermina.
(Vivencias)

12/12/2014/