Callen ese perro-su ladrido me aterra con su amarga sinfonía
no me deja conciliar el sueño, por Dios quiero dormir y dormir,
mis párpados no obedecen mis deseos, mi estomago se revuelve
mis manos transpiran, mi cuerpo tiembla, cuantos días,
cuantas noches debo esperar, _ no tendré resistencia,
los nudillos no reclaman, con paciencia sangran pero no duelen mas
que la heridas de la inconsciencia, y el perro ladra y ladra
que la heridas de la inconsciencia, y el perro ladra y ladra
solo en mi mente nadie escucha solo yo.
-Calla no toques la flauta, por favor esa música me espanta
Los ruidos me persiguen, las sombras se levantan con muecas
Que se convierten en trampas de ratones animadas
-Calla no toques la flauta, por favor esa música me espanta
Los ruidos me persiguen, las sombras se levantan con muecas
Que se convierten en trampas de ratones animadas
como si quisieran atraparme, me escondo debajo de la mesa
me envuelvo con las sabanas del misterio como la mente en blanco,
tan blancas como las gotitas de paz que pasaban por mi garganta,
cien, doscientas…ya pude dormir
Callen otra vez ese perro
Ya no toquen la flauta.
Guillermina Covarrubias Medina
Nota del autor
Crisis de pánico
Callen otra vez ese perro
Ya no toquen la flauta.
Guillermina Covarrubias Medina
Nota del autor
Crisis de pánico
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