Y sentí tus manos recorriendo mi cuerpo
dibujándome en el silencio
tus besos, rozando mis montes
Y sentí mi espiga bailando en el fuego
Tan joven, como la ardiente estrella.
Recordé mi último otoño
tocando la tierra y el cielo
cuando a tus brazos llegue doncella
dulce Jacinto, de seda y terciopelo
tu relámpago trono en mi cielo
invasión poderosa, en selva virgen
Y volví a ser guitarra en tus manos
Y pétalos de fuego en invierno
Soltando el delirio, de ansias guardadas
Como en los viejos tiempos
Volví a ser el son, de la guitarra
Llegue al nido del sosiego.
En tus brazos olvidé la niebla
vuelvo a ser relámpago, fuego
he contado también tu cuerpo
En el tiempo sin tiempos
como en aquellos tiempos
sacando suspiros al silencio
Gullermina Covarrubias
05/03/2012
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