Silvio Daniel
Recorrí el océano de tu cuerpo
en la nave insaciable del deseo,
luego conquisté tus colinas
en la misma nave, en otros tiempos.
Finalmente descubrí tus secretos
y mi nave, confundida, quedó a la deriva.
Guillermina
Mí océano recuerda esa pasión excesiva
De otros tiempos no olvidados en mi nave
Descubriste mis secretos, sin medida
Elevaste velas y tu nave zarpo sin despedida
buscando otras naves, sin timón y a la deriva
Silvio Daniel
Busqué luego otros puertos, sus misterios,
recorriendo ansioso el mundo entero
en mi nave inestable, sin timón, a la deriva,
ávido del oasis fresco y placentero
y del caliente y árido desierto
que lograran calmar mi sed de vida.
Guillermina
Mi océano busco tu nave en muchos puertos
Me quede sola herida, anclada en el misterio
mientras buscabas los placeres de otra savia
esperando tu nave me quede en el silencio
Silvio Daniel
Pasaron los años y ya cansado,
regresé a las montañas de tus senos
y al océano de tu sangre,
volví a fundirme en tu valle olvidado,
para gritarte que de aventuras vine lleno
pero de ti, amada mía, de ti, vine con hambre.
Guillermina
Esperando esta mi océano a tu nave
Para que te fundas en mi mar olvidado
Y en esas montañas de tus memorias
Amado mío saciare tu hambre
Silvio Daniel Gómez
Uruguay
Guillermina Covarrubias
Chile
Concurso de duetos TERCER LUGAR
Universo poético
04/07/2012
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