Miro las estrellas,
a lo lejos viaja el pensamiento
en la inmensidad de mis seis sentidos
allí estás tù cómo un lucero obstinado
en el firmamento hiriendo el muro
de mis tiempos postreros.
Con Amarguras crispadas
sobre el tapiz de la tierra
a mis mejillas la adornan
lagrimas de plata
con sus ambiciones
que hechas un mapa
encierran mis manos
acariciando las sombras.
Junto al silencio que me brama
y el viento que no acampa.
En mi historia un dolor,
una angustia enamorada.
Llora impotente,
la cobardía que me embarga
se instala,en los recuerdos
de mi pluma amada.
Oh Dios- Tu que estás
dentro y fuera de mí
desarma los reflejos de este amor,
y del pensamiento
el brillante de mis tormentos
que golpean los cristales
del alma mía.
Haz que su recuerdo se seque
como el hilo del tiempo
ya mi corazón reclama
una sonrisa serena.
Dios mío hágase tu voluntad y no te olvides de la mía
Guillermina Covarrubias Medina
febrero 20, 2013
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