En la carrera con el tiempo
la poesía es el mejor sicólogo
Yo.
Si pues, esta será una de tantas carreras
sin detenerse, sin estancarla, sin tropezar,
tejeré el tiempo,tejeré como araña
levantando corazón de digna guerrera.
En el viento del cuerpo, que mece los fríos
no se ven…pero muerden cual pirañas
en un coloquio pasional indefinido,
los punzantes dientes hincándose
en las entrañas.
Soplan con furia las dolencias al galope
en esta vieja gabarra mecida sobre el río,
perfumando las simientes que se defienden
con los dientes apretados envueltos en arrope.
En el esplendor de una rosa roja en el vacío
inevitablemente se deshojan los minutos,
en un cielo nublado cuando
han empezado a brillar las estrellas,
los zapatos alados que no quieren detenerse
en los rayos de luz, del alfabeto solitario.
Solitarios como estos huesos gimiendo
sin boca, sin tregua, como los sueños irresolutos,
lloran las hojarascas visibles mortales
y en la columna vertebral y las uniones temblando
llenas de silencios con chispas azules
seguirán besando el alma mía, las caligrafías.
Guillermina Covarrubias Medina
9/09/2014/
Me resulta muy bien logrado poema, amiga. De buen gusto.
ResponderBorrarAbrazos