OH luna porque no te escondes
para que no veas mi lágrimas
de espantapájaros.
Aguijonean los fragmentos
ilusorios que se agitan
ansiosos en las manos
hojeando la vida,
en la espuma del cerebro mío
persiguiendo alguna huella,
como ave de rapiña..
Será puntiagudo el vacío
cuando se extinga la locura
emigraran las golondrinas.
El fecundo silencio llora
lanza sus hojas al viento
cerrando el abanico,
y la dulzura de su acento.
Tengo ganas de llorar,
pero otra vez seré valiente
no se que pasara mañana
pero hoy desperté,
y te quedaste conmigo.
Guillermina Covarrubias Medina
05/08/2015
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