En el paréntesis de mis manos
conjuga la niebla con armonía,
¿que he hacer contigo ausencia?
Si estoy sorda atada a cada curva
de la angustia desvelada,
al amanecer que hace eco
como piedra en el agua.
Y en el silencio que me preña
resuenan en mis sienes, las estrías
el amor insensato que mece y ondula.
En mi pluma maniática
se vengan mis pálidos sueños.
Dialogo con la infinidad vacía
que me recorre como la brisa,
en la sangre que se ahonda,
y me bañan en las penumbras
mil ciempiés furibundos.
Guillermina Covarrubias Medina
04/08/2015/
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