Todo se hace viviente
en el entorno cósmico
y en la médula de los huesos.
Yo soy tu poema corrupto,
que canta una elegía al silencio
y florecen luciérnagas.
en mis noches de otoño
con las hojas caídas
y las alboradas llenas de fríos.
Aun el cielo sigue derramando
estrellas en el recuerdo
tras recuerdo.
¿y qué haré con mis noches?
¿qué haré con mis días’?
apagaré la prisión de tus labios
con el silencio de tu voz en mis ojos
más cada una de mis letras,
sonreirán cuando susurre
tu nombre por la antigua senda.
Guillermina Covarrubias.
08/08/2018.
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