El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir,
sino en saber para que se vive.
Fiodor Dostoievski
Aun destellan infatigables
tus besos, que surcan
escriben, en las huellas
de la sombras pordioseras
de mi piel, mis dedos leves
te buscan, es como ponerle
oído al viento o apaciguar
las bestias del olvido.
Tu silencio es tan luminoso
como mis silencios,
descuartizan la línea delgada
lisonjera, que suicida
la luz propia de mis pensamientos.
El olvido se niega olvidar
espía sobre mis secretos,
canta furioso tu nombre,
en mi maldita existencia.
Nada calla su voz
que arremete absoluta.
Quiero salir de este cuerpo
que frecuento, que pueblan
arcaicos sueños albergando
la utopía, bebiendo la luna nueva
enclaustrada en un breviario negro
Guillermina Covarrubias Medina
02/09/2015
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