24 feb 2016

ENTRE PARÉNTESIS (Prosa neo barroca)

Dicen que los poetas somos vendedores de ilusiones y más cuando lector, se enamora de esas letras que salen del alma como la tierra sedienta que lo único que calma su sed son las lluvias de palabras. No se pueden guarecer los sentimientos, pues la boca es una puerta sin cerrojos y las manos como un cuerpo despojándose de sus ropas, con el corazón en contienda y la razón que quiere imponerse cual testigo falso. Espinas, lazos que vagan como en signos de natre y miel. Quien ha mirado sus ojos brillando con esa luz que de noche tampoco se apaga, y si tocas sus manos sentirás el aleteo del vuelo de las golondrinas.
Dicen que los poetas somos raros, porque aunque suene absurdo, nos viven diez sentidos en las venas y en los tuétanos de los huesos, pero... quien sabe que a veces el brío se muele como polvo, cuando el poeta se enamora del lector, entonces camina contra el viento, y la tristeza le guiña un ojo. Quizás sea cierto, que se venden y se compran ilusiones. Aun así seguirá sembrando trigo para cosechar el pan, que es la remuneración cuando se ejecuta en relámpagos la palabra, y se destila el rocío del cielo que cae dócilmente en su cuaderno.

Guillermina Covarrubias Medina
16/02/2016.

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