Cuando comencé a escribir muchos me dijeron loca, soñadora , para ti fui la romantica irremediable, hoy puedo decir que he ganado fragmentos de vida
Me edificaste el mañana
en las estrias de mis vestidos
le hurtó la savia a la tarde,
bajo el árbol de los higos
y florecen mis entrañas.
Como zumbidos de abejas,
me abrigaste de palabras
todas las auroras
donde amaneces;
con el silencio.
Y aún tu voz, está enredada
en mis ojos.
Oh locura, en los años de ocaso
sensata te escondes,
en las costuras
de los redundantes suspiros.
Y el silencio se llena de ruidos
entre los umbrales del cabello,
no te vayas nunca; así te quiero
como agua mojada
en mi crucigrama;
donde los sueños
hablan despiertos
y vuelan, vuelan
así los pájaros
en su veloz huida.
Guillermina Covarrubias Medina
17 octubre 2018
¡Gracias !
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