Me pariste la libertad
en sábanas blancas
saboree el éxtasis
del delirio clandestino
que me enamoró el alma.
Se asfixio de mensajes
mi garganta…
del sonidos mudo del amor
tan potentes
como el fuego y el agua
los dedos del destino
se llenaron de palabras
en el universo de mis silencios
se anclaron los besos
del último ocaso,
en mis faldas
desnudas y altivas
bebiendo tu ombligo.
Hasta el último fragmento
deambulas sin dejar
de herirme el alma.
Te metes en mis sueños
sin devorar la ciénaga,
impura ceremonia
en mis labios infieles.
Todo mi cuerpo llora
agazapado bajo
una lluvia que no escampa.
Me atrapó tu atardecer
fisurando de negro
los harapos de mi mortaja.
Buitre que carcome
las vísceras, trasmutando
la conciencia en metáforas.
no es fácil amordazar la lengua
cuando la vida se extingue
en un llanto sin lágrimas.
El calendario me recuerda
que era blanca
hoy solo un verso triste
soy nada.
Guillermina Covarrubias Medina
Poemas de muy buen gusto, amiga. Me resultan bien logrados.
ResponderBorrarAbrazos
Gracias José te dejo un abracito ...tus comentarios son mas que importantes reitero las gracias.
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