1 feb 2018

ARCANOS ECOS.





En la mesa, puse la docilidad, la soberbia
en filos de cuchillos con los ojos abiertos
escupí mi mano huérfana, en el ateo rostro
para conquistar la muerte; aún respiro.
- soy vida-
-Se me olvidó el caminar descalza sobre arena-
que las aguas, nunca recorren en el mismo río
y su claror, gira entre las piedras
con su cauce cantarín por los arrecifes.
- me olvide de que también soy río-
Renaceré a las constelaciones del naufragio
y la inercia resbalara por las hojas de la higuera
porque la fragancia, que nació de ojos abiertos
ya no besara el pretérito de mi boca.
- Soy Higuera-
No cerraré las manos que siembran los caminos
soplando cenizas ahogando las sátiras del aire,
apacentando; no arrinconaré la tierra fértil
como la inservible escoba.
- Surcare la tierra-
No me sorprenderá la tristeza detrás de mi ventana
admirare los cinco ciclos de la luna, en lo hondo de mis ecos
hay un nido de colores y un rebaño de amapolas.
El remanso volverá a mi espejo, para renacer
desnuda, vestida,
entonces recordaré que también soy mujer.




Guillermina Covarrubias Medina
31/ 01/ 2018

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