en filos de cuchillos con los ojos abiertos
escupí mi mano huérfana, en el ateo rostro
para conquistar la muerte; aún respiro.
- soy vida-
-Se me olvidó el caminar descalza sobre arena-
que las aguas, nunca recorren en el mismo río
y su claror, gira entre las piedras
con su cauce cantarín por los arrecifes.
- me olvide de que también soy río-
Renaceré a las constelaciones del naufragio
y la inercia resbalara por las hojas de la higuera
porque la fragancia, que nació de ojos abiertos
ya no besara el pretérito de mi boca.
- Soy Higuera-
No cerraré las manos que siembran los caminos
soplando cenizas ahogando las sátiras del aire,
apacentando; no arrinconaré la tierra fértil
como la inservible escoba.
- Surcare la tierra-
No me sorprenderá la tristeza detrás de mi ventana
admirare los cinco ciclos de la luna, en lo hondo de mis ecos
hay un nido de colores y un rebaño de amapolas.
El remanso volverá a mi espejo, para renacer
desnuda, vestida,
entonces recordaré que también soy mujer.
Guillermina Covarrubias Medina
31/ 01/ 2018
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