Escribo para no vaciar la sangre
en un torpe papel que espera
mancharlo con mis simplezas.
Quiero suicidar las palabras,
callar las lágrimas ahí justo
donde empieza el amanecer
en el laberinto del alma.
Quiero suicidar
la razón y cordura,
en ese lerdo pliego
que se llama vida.
Quiero gritarle al corazón
calla calla por favor
calla , calla te equivocas
porque se escurren las caricias
y se quiebra la luna
vagando entre las sombras.
Quiero suicidar
las lágrimas, los suspiros
las cadenas de nostalgias
que escarban las espinas,
dulces amargas amargas dulces.
En mi cielo florido de estrellas
sin poder cambiar mi ciclo
quemando el reloj
en un adiós que es de mentiras.
Guillermina Covarrubias Medina
10/11/2013/
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