7 jun 2018

CORAZÓN ALFA Y OMEGA




Los últimos meses lentos de este viaje, que aún no termino descomponer para rebasar los escombros, esos que dejan huellas en los dientes. Y en las lenguas de mis zapatos el cansancio encordelado como niña obstinada, el silencio ruge como un tigre en los siete rincones de los niveles del cielo y con el grillar en cada ranura,
me custodian los minutos, que se sientan a mi lado con los presagios tarambanas, entre las sienes como un nido, a esta memoria que me sacude las estrías. Caen las palabras arañadas en mi pañuelo. Mis oídos cosidos, el silencio se incrusta y las horas oprimen los huesos con ese viejo equipaje de pisadas que no nos dirigen a ninguna parte mientras caen en un abismo que cierra puertas, ventanas y hasta las hendijas del tiempo, se abren los puentes, y ya puedo flotar en las aguas destrenzadas como un satélite con la desnudez de la luz.


Guillermina Covarrubias Medina

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