8 may 2018

QUE SABE NADIE




Vuelven a rechinar en el pecho
los sueños más antiguos que he soñado.
Enclaustro este amor que se renueva
sacudiendo sin treguas, mis latidos
y enreda el fuego de mis días.
Me pierdo en ese relámpago
de atrevimiento y me delatan
los poemas, que brotan de mis ojos.
Todo tu ser sangra y es mi sed
en los retazos de mi cuerpo,
no puedo amarte menos;
eres el diccionario de mi infinito;
el viajero errabundo,
de mis palabras solitarias.
No, no es mi boca que se engaña
llegaste intangible
a descorrer los lutos de mi ocaso
cuando mi voz caía.
Y yo quiero ser el diablillo,
que indague tu lengua
con mi ímpetu indomado;
hacer de tus mañanas,
sonrisas, en tu muda piel
que yo he inventado,
y te trajino en mi avidez.
Nunca serás,mustias lágrimas
pues el refugio tibio de tu piel,
serán siempre las primeras palabras
en las páginas de mi libro.



Guillermina Covarrubias Medina
08/05/2018

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