29 nov 2017

LEJOS DE MI VOZ


Nidos de palabras llenan mis oídos, entre toda mi demencia cantan, cabalgan en mis pestañas las estaciones en el velo de la madrugadas, en los peldaños de mi escala, También entre mi demencia se abanican las subterráneas nostalgias, buscando una buhardilla que separe las alucinaciones, esperando el roce de la vida real me frote la frente.
Antes que llegue el crepúsculo para apoyar los sueños en las calles ya lejanas y en el silencio, canten los pájaros sus gemidos, con el viento agitándose, alborozando el vaso mío que aun derrama el vino donde se oculta la vida, las mañanas, el intimo sentido, la claridad de la acción como la higuera con sus flores estallantes que nadie ha visto.
El silencio se me cruza de brazos y los grillares ronronean las perplejas añoranzas, las putas moscas hacen danza en mi vientre y un nudo cava mi boca con un júbilo de musgos, y los órganos profundos golpean mi pecho.
Lejos está mi voz, y no es el mismo silencio, se eleva, purga la cordura cómo la virginidad de un libro viejo abriendo las cadenas de mis pasos y se abren las palabras del alma con los trucos invisibles taladrando las rebeldías del polvillo que se ajusta al parpadear de mis locuras, que vislumbró con tu rostro que embelleció mis ojos.

Guillermina Covarrubias Medina
Noviembre 2017/.

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