26 jul 2015

MIEDO AL MIEDO



No es muda la muerte,
como esa sed que se atraganta
oigo el silencio de su voz
que aprieta la garganta.

Y voy muriendo de poesía
queriendo tener
el pecho de piedra
sin que las salobre lagrimas
cabalguen por mis mejillas.

Quiero que las flores de tintas
no sean partos,
arrojando comillas
en las noches sin fondo
cuando vuelven los viejos días.,
en las lenguas de la noche.

El sol amargo desborda
y yo como luciérnaga ebria
que se apaga en un suspiro
se me queda el llanto parido
zurciendo metáforas negras.


Guillermina Covarrubias Medina
26/07/2015

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