11 jul 2015

LA LLAVE




A Edgar León


Hoy en esta noche, como muchas cuando flaquea mi templanza y ya quiero echar por la borda todo, cuando siento que me voy cayendo del mundo, recuerdo nuestras charlas de una vez por semana, rememoró el primer día que lo conocí, alto de unos 38 años de cabello corto una cuidada barba, su rostro duro, y su apariencia muy formal.
-Hola me dijo, soy Edgar nos veremos una vez por semana durante ocho meses a un año, quizás en este tiempo nos vamos a amar, nos vamos a odiar, pero le pido que en esos momentos cuando me odie no deje de venir a la visita, con el tiempo fui entendiendo por que lo dijo, las primeras veces no quería volver pues sentía que escarbaba mis heridas, y daba golpes en cada llaga resbalaba en lo oscuro y en los recuerdos que eran una agonía, cuando terminaba la charla me decía - piense en lo de hoy retomamos la semana siguiente-
Paso el tiempo esperaba ansiosa la visita de los miércoles, en que me hizo sentir que era valiosa, que lo mas importante era quererme, que debía enfrentar los miedos, los miedos paralizan, que decir que no, no me hace mala sino hacer valer los derechos, que nadie tiene dueño que somos libres y soberanos, que busque el inconcluso y lo concluya, (valga la redundancia), poniendo las decisiones sobre la balanza de la vida que tiene tiene sus costos y beneficios mis alas crecieron y se fortalecían en cada conversación, se fueron las sombras, la hinchazón de la tristeza, busque mis inconclusos y los encontré, me enseñó la palabra libertad del alma, fue mi sacerdote y amigo, pasaron tres años, un día me dijo - recuerda como nos conocimos, ( como no recordarlo si era entonces un espantapájaros) pensó alguna vez que en todo lo que ha conseguido? nunca lo olvide, me siento orgulloso de usted, tuve un presentimiento que seria la ultima que nos veríamos así fue.
-Entonces me digo- No te canses nada es fácil, y vuelvo a tejer los hilos de mi destino, olisquear la libertad atrapar el perfume de los sueños, hasta que Dios lo disponga.
Aunque veces como hoy siento que lo necesito, donde quiera que se encuentre mis agradecimientos y parabienes.



Guillermina Covarrubias Medina

11/07/2015/

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