16 oct 2014

ECOS DE HORAS DORMIDAS



¡Allá! detrás de mi cordillera
están tus ojos pequeños
aunque se que no me esperan
aun sueño con ellos.
!Ay si yo pudiera!
mirarlos otra vez.
Los suspiros se escapan
en sueños que despiertan,
tus besos
que nutren mi viento.
Déjate amar una noche eterna
dame tu boca
para atrapar los sueños.
En un puñado de magia
me abrigo en ti de nuevo
saboreando tu aroma.
Oír juntos nuestros latidos
mientras mordisqueo tu cuello
en un beso interminable.


Guillermina Covarrubias Medina
13/10/2014/

1 comentario:

  1. Muy bien me resulta el poema, amiga. De mucho gusto.

    Abrazos y buen finde!

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