31 dic 2018

A mi higuera



Hermosa.. mi confidente la amo, cuando estoy melancólica, me abrazo a ella , y somos.
latidos y savia
Guille.




Tras la ventana de mi rincón
me besas los parpados
y te pegas a mi piel
para reducir mis angustias;
como un discorde guardián silente.
Somos un mismo cuerpo
asfixiado de historias,
eres la soga de mi columpio,
un cordón umbilical
la jaula abierta de mis pensamientos.
¡Y me pregunto porque no huyes!
Todo esto siento en mis silencios
de los hilos que no encajan
en las telarañas del deseo.
Atraviesan tus grietas
mis ilusiones de piedra,
indagando como un beso en los senos
ultrajando tu íntima libertad.
Quizás el latir de mi vida
y la savia que habita en tus fisuras
es el reflejo de mi espejo.
Espero verte florecer
donde nos desvele la nada
del silencio profundo.




Guillermina Covarrubias Medina
31/ 12/ 2018.

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