17 sept 2017

ENTRE PAN Y GRAVILLAS



Un estilete de cien siglos en laberintos de años viejos, mil lanzaderas tejen los hilos en los muros fríos del silencio y los ojos arden en la lucidez tras la ventana que es mi espejo y en la baranda de mi balcón que apoya los reanudados ciclos de mi cansado refuerzo.
Con un origen añorado o un destino prefigurado sigo batiendo las alas entre pan y gravillas, por si llegasen a quebrarse en el aire, no rueden en el suelo, sino muy lejos del vaho seco de las paredes resquebradas, en desovillados paradigmas con sus equipajes de plumas enmarañadas como las silabas de Jericó.
Huir quiero de mi guarida llegar hasta el fondo de la última copa, para que se refleje la higuera y la luna atravesando la cuajada neblina, en la suave nostalgia inolvidable, recubierta con esas voces extrañas inmiscuidas en el nosotros, que se configura como un gravamen.
Quizás taladré para abrir un acto las palabras, aprietan como zapatos nuevos y se desprenden de mis tejidos.
Así los pájaros que emigran a las silenciosas fronteras, aún sigo buscando y ni sé qué busco ¡tal vez esa golondrina que no hace verano!



Guillermina Covarrubias Medina
18/09/2017

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