29 jul 2016

CANTANDO










Te hallé en el ocaso de las penumbras
prendiste mis mejillas en las brumas.
Mis ojos florecieron en luceros
mi boca se lleno de tibios besos.

Más este recuerdo tuyo; es mi llanto
enjambre y lazos de palomas mudas.
No siendo mío; aún así me desnudas
¡quería amarte… pero nunca tanto.

He perseguido tu ausencia cantando,
eres lámpara y sombras del recuerdo
y el querer se volvió melancolía.

Corazón cansado viejo y se agita,
en locuras y un poco en poesía
tocando el cristal; esperanza mía.

Guillermina Covarrubias.
29/07/2011

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