24 mar 2016

Oscuro (Prosa Barroca)

La muerte le hizo señas y le guiñaba el ojo, esta vez se le presentó vestida de algodón poniendo su mano ligera, asentando la quietud tratando de llenar los vacíos del terco cancionero homónimo y su hoz melodiosa parecía una guirnalda metafísica, estrictamente contra reloj con la imagen pegada a su cara .Camino sin huellas con la amargura que resume la ironía hecha secuencia, se preguntaba ¿que habrá más allá? preguntas que se perdían en el infinito, mientras sus pasos la llevaban a una cita de paráfrasis, borró de sus expectativas todo aquello que la amortajaba solo quería ser libre en la inmensidad del espacio para levitar su finitud humana. Sus manos sudorientas y la cabeza haciendo ronda con los pensamientos negros y la masa haciendo ecos en su boca, la gente ,,, la gente pasaba por su lado sin darse cuenta que llevaba un ataúd en la espalda. Desapercibida bajo las escaleras que parecían en cámara lenta, presagios del rictus de las viejas culpas y las nuevas, de pronto asomó el buey blanco como osamenta,de esa boca como la noche, un calor luminoso subió a su rostro , la niebla en sus ojos escondió el miedo, y en un brinco como del pueblo sin dolor , uno , dos tres, y unas manos firmes la volvieron a la realidad, la próxima vez solo contará …uno.


Guillermina Covarrubias Medina
23/03/2016.

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