17 mar 2018

Biografía de un proyecto.... (Neo Barroco)



No hay conflagraciones en un camastro, la lógica es arar lo que se engendra se gastan hasta las cuerdas de un suspiro y son sonoros cual lector profano hipocondríaco desfigurando lo ajeno.
Hay que aprender a buscar la coyuntura de cada mesura y desmesura entendiendo la sílaba de los grillos; abriendo puertas con ganzúas cronológicamente.
Mordiendo sinsabores deglutir los escollos de la inercia desvainado entre paredes la espada.
Caminando he aprendido a ser tierra, piel, pez y pájara, de espantapájaros a mariposa y viceversa, con cuero de armadillo me revisto en las vicisitudes y de los desfiles de indiscreciones.
Metamorfosis le llamo, deshacer los nudos sin esconder la espada sin filo de mis decisiones.
Aunque no soy la dueña, pues no la tiene, pero es mi verdad sin tener filosa la lengua, no soy la viuda negra ni tengo la blancura de las nubes que se ven desde el aire.
La vida es solo un momento, un latido presuroso; una gota de luz tan brillante como una lágrima.Y no dejare que oculte el eco de los colores, porque no siempre el gusano es oruga.
Y toda la nieve se desmorona en las cálidas mañanas, a diferencia de la imaginación desdoblaba del planeta,, ni eso, tiene el sustrato de lo que vale vivir con alas de mariposa aún mojadas por el deshielo de las mañanas.


Guillermina Covarrubias Medina
17/03/ 2018

Contrapelo



Cómo se fugan los crepúsculos
en el resonante silencio.
La sapiencia, el delirio
las falsas y huecas marimbas;
solo son muchedumbres
fogosas de venus.
Una saga embotellada
que se mete hasta en el pecho.
El cuerpo suspira en una rueca que hila
undívaga, que tajea y agota
en 20 palabras y cinco besos.
“Pobre Quijote siguiendo pautas displicentes”
Y aun esta la sed a bordo
en un sorbo, del zumo de tu boca.
Cogitante, envuelto;
ahí donde urde la hiedra
el júbilo, de breve placer
del astro trémulo,
con los parpados entreabiertos
que cobijo, el estambre
y el resuello fugaz
de una senda enlunada
en el recodo de una vereda.


Guillermina Covarrubias Medina
16/03/ 2018/

4 mar 2018

MEHICE POETA




Lo que toca el alma jamás se olvida



Entre los sollozos de violoncelo
me sorbiste hasta las uñas
y los suspiros de libélula
acariciaron mis ojos.
Desde entonces te llevo en el alma.
Y en el enigma, en el incógnito
esta tu estigma en mi vago viento.
Y la metamorfosis, de gitana a Pegaso
desfloró la razón de la página en blanco.
Ya casi ora el otoño
miro hacia abajo, solo sombras,
arriba, en el firmamento los puñales
tronchan mis sueños de oruga.
Y en la joroba, cargo; acurruco
el cardumen de tu boca
con el eterno incensario de tu carne.
Los grillos son sicarios en la frente
el séquito de tu voz; un numen,
que gime en el claror de las estrellas.
Los versos y poemas, se turban
encienden la locura
y me vuelvo a vestir, de rojo pasión,
garabateo en tu piel , en tu boca,
y en tu viviente universo.



Guillermina Covarrubias Medina
04/ 03/ 2018.
Nota: solo una "artesana" de las letras.