17 mar 2018
Contrapelo
Cómo se fugan los crepúsculos
en el resonante silencio.
La sapiencia, el delirio
las falsas y huecas marimbas;
solo son muchedumbres
fogosas de venus.
Una saga embotellada
que se mete hasta en el pecho.
El cuerpo suspira en una rueca que hila
undívaga, que tajea y agota
en 20 palabras y cinco besos.
“Pobre Quijote siguiendo pautas displicentes”
Y aun esta la sed a bordo
en un sorbo, del zumo de tu boca.
Cogitante, envuelto;
ahí donde urde la hiedra
el júbilo, de breve placer
del astro trémulo,
con los parpados entreabiertos
que cobijo, el estambre
y el resuello fugaz
de una senda enlunada
en el recodo de una vereda.
Guillermina Covarrubias Medina
16/03/ 2018/
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