Florecen inquietas ansias
se diseminan en mi yo
una lluvia de romanzas
y son esporas plateadas
como dientes de león.
Es jueves, llueven aromas,
llueven arcaicas nostalgias
y picotea en mi pecho
su geografía alucinante
que inundó de luz el vacío
y coloreo el jazmín marchito
de cada curva de mi cintura.
En este silencio que me habita
blasfema el eco del grito callado
de remembranzas necias
¡Oh espantapájaros varado
con los ojos de río!
que socava la médula
y tupe la capa de piel.
Destierra esas sombras
a llorar bajo las piedras
con su nombre escrito
en la tela del paraguas
destrozado por el tiempo.
Guillermina Covarrubias Medina
Agosto 2025
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