Silencio maúllas
en el ocre desierto,
me hundo en tu rostro.
El viento mendiga
viejas melodías,
se fugan, perforan,.
la soledad vacía
Tejen tormento.
los sueños rezagados,
vaga mi sombra
en la metamorfosis,
devorando el espejo.
En el cristal del misterio,
azuzan mis sienes
susurros,
palabras que caen…
tienen el gesto de tus ojos,
y la mímica de tu voz.
En las arenas de otoño,
te nombro en la cripta
de mi locura;
Por ti soy, lo que soy.
Se queda en la arena,
un diamante, que
resbala de mis ojos.
¿Moriré, sin volver a verte?
le pregunto al silencio.
Guillermina Covarrubias.
18/11/2016
Los desiertos suelen tener sus oasis que al llegar a ellos calman nuestra sed..., cabe en tu metáfora..., la sed de amor, la más exigentes de las angustias.
ResponderBorrarComo siempre hermosas tus letras Guillermina. Gracias por compartir....
Gracias amigo Theo , por tu visita, el desierto es maravilloso,y ese oasis siempre esta en mi corazón.un abracito.
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