Otro presente, donde me recito bordados blancos, toco y aprendo mis cinco sentidos, como una ciudad herida, un año bisiesto, ¿o tal vez acaso moriré yo también? ¿O acaso no funcionara el yo? Me absorbe como aspiradora me tala con su hacha pesada, y cuelgan limones de los cables en ese paisaje donde cantan mil grillos, en mis propios ojos me acaricia el peso de la palabra, apoyada en agostos y lavandas.
Con su geometría clavada en las palmas se alejan los sueños calentados en mis senos, que corrían y corrían bañando en leche el seductor brillo de la ignorancia tonta, ingenua tratando de olvidar las lluvias plateadas, se rompe el peine entre los dedos entre sueños y sueños , mas allá de los trenes sin causa en el túnel largo de la esperanza, fuera de la historia el signo capricornio abrochado , lascivo, era sin embargo el altar escondido en mi doblez mi mar mi propio mar que aún huele a pasado, no te encontré en las noches de octubre rodando en la luna del espejo ni en los pájaros que vuelan velozmente jugando juntos, bajo el presagio del viento que me dibuja solo la letra 0 ...Omega.
Guillermina Covarrubias Medina
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