21 may 2014

ETERNIDAD






Me iba a llorar mis penas, a mi lago sereno
me mirabas, te miraba en aquel dulce reflejo
cuántas veces quise, acariciarte con mis besos
ceñirle en un abrazo acunarte en mi seno.

Inundarte en mi cintura quise, anudarte con mis dedos
darte el alma que me diste en torrencial aguacero,
en liras amorosas, y laberintos de sueños
con enaguas blancas, de esencias de romero

El otoño, mordió los álamos como abeja laboriosa
los amaneceres límpidos, se llevaron las  neblinas espesas
arrastrando el reflejo más allá, donde anida el sosiego

Gladiadores los pensamientos, arremeten contra el viento
palomas al cielo van subiendo embistiendo el destino
a las colinas de la serenidad que es mi propio corazón

Guillermina
21/05/2014/

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