25 ago 2019

CUASI MÍSTICA

 
Llegó un fin de año del 2010 desde entonces aparece tras mi ventana.


Siento el eco de tu sombra
desde la cocina
entre el olor a pan y comida
y tantos secretos, como lluvias
que un día lloré,
lloré la despedida.
Yo lo quise en silencio
y tú, lo sabes.
Otra vez, Verónika,
floreces en mi rincón
tan mía y tan ajena,
escondida entre la niebla;
como la enfática maestra
y me ahogo en la mudez
y no puedo dejarte en el lienzo,
ni en un triste adiós.
Sin embargo, mueres
y un instante renaces
y se despliegan los versos
resurgen como la maleza,
o el gusano de seda
dividiendo el capullo;
ahí donde nace el aire
empapando mis noches
entonces te sacrifico,
pero, en un instante
vuelves a brotar de la nada
tan mística como llegaste,
como el color
de sus ojos en la tarde
y eres una eternidad infinita
tan ajena y tan mía.


Guillermina Covarrubias Medina
derechos reservados del autor.

21 ago 2019

LUNA DE AGOSTO.




Se deshojan los tabúes
más, voy frunciendo la frente,
para mirar en las penumbras
las desmelenadas esperanzas.
No es perverso pensar,
cuando cosquillean en las sienes
y hacen orgía,
los gritos del silencio,
te despiertan los aromas
y el recuerdo de un beso.
Son las lluvias de utopías,
traslúcidas en el espejo;
en cada luna de agosto
ahí, donde hicieron
nidos sus versos.
Se columpian las palabras,
en códigos surgentes,
haciendo signos,
en las hojas blancas
de un libro escrito,
zigzagueando contracurvas
en un camino de curvas,
tras las rejas de mis pestañas.


Guillermina Covarrubias Medina
Algún día de agosto

10 ago 2019

LAS OCULTAS GOLONDRINAS

La gratitud siempre brotará de mi alma imperfecta
Guille





Se hace un silencio largo
y las ocultas golondrinas
se quiebran al revés,
Se cierran preguntas
en las huellas de mi alfombra.
Destierro los relojes
para huir del espejo que te busca
Quiero abrir de par en par
las ventanas; purificar las telarañas
donde tejí tu nombre
y el rayo de tus ojos.
También abrir los puños
de mis manos
permanezcan vacíos
y no abracen nada
hasta quiero se vayan las palabras;
porque están llenas
de saltamontes
ya no claven ningún
hueco del viento.
Quizás el abecedario
se llene de silencios
solo se oiga caer la lluvia
y se hagan barro los recuerdos
cabalgando sobre mi lomo.






Guillermina Covarrubias Medina
09/ 08/ 2019

5 ago 2019

COMO EL CANTO DEL GRILLO a Violeta Parra



"De los trinos de su boca"
°así su dolor lo siento°
-al oído un tanto lento -
=hasta el silencio derroca=
(Glosa)

La gran Viola la llamaron
por ese sentir fecundo
*del sentimiento profundo*
hasta las arpas tronaron.
Y las cuerdas se mojaron
con esa voz que destoca;
y el corazón se desboca
impregnando mi rincón,
perfumando la canción
"de los trinos de su boca".

Mujer que con su guitarra
las dos hicieron un trato
le trovaron al ingrato
la pena que las desgarra.
Cual canto de la cigarra
una vez que se hubo muerto.
No lo dudes es muy cierto
salieron de sus pestañas
punzando así las arañas
°así su dolor lo siento°

Con su vientre bien parido
con toíta su humildá
creyendo en la humanidá
también en el resentido.
Escuche el que tenga oído
que le cale el sentimiento;
*es luz del entendimiento*
entonces oigan los ciegos;
no sirven ni los reniegos
-al oído un tanto lento-

Sus dedos fueron tacaños
al apretar el gatillo
y como el canto de un grillo
cantando pasa los años.
La guitarra esa de antaños
que su cantar aún retoca;
No la apaga ni una roca.
así no más fue su suerte
también después de la muerte
=hasta el silencio derroca=


Guillermina Covarrubias Medina
derechos reservados del autor

* versos tomados de Violeta*







DESDE EL BALCÓN




Aunque ya todos los pájaros emigran
y no hay ninguna hoja fugitiva,
se vuelven a escapar las alas de la jaula
y las fábulas se desnudan frente a mí.

La luz de agosto tiene el color de mi silencio
son metáforas abiertas en el calendario;
indomables como un gato huraño
en mis sentidos donde florece tu sombra.

Reverbera en las puertas del invierno
se detiene empañando los relojes,
no sabe detenerse en ningún idioma
y se esconde como el sol en el espacio.

Respira el balcón de mi casa y pasan los años
tan rápidos como el tiempo de un semáforo
y tu voz sin tregua crea escalofríos en los ojos
cruje como bisagra ruginosa en mis sienes

Se vencerán mil hojas, y viajarán las golondrinas
en cada noche y en las madrugadas aturdidas
te llevaré como el milagro y la esperanza
y una canción jamás cantada en mis pupilas.


Guillermina Covarrubias Medina
Derechos reservados del autor.