21 abr 2015

RETRATO DE UN REFUGIO

Figura tallada en madera de Segundo Covarrubias



Aquella tarde arrebolada
en ese temblor extraño,
me sedujo la sangre
el calor, de tus ojos castaños.
Se hizo hoguera mi boca
con el sabor de tus labios
canto de gemidos mi pecho
que me llevo al cielo largo.
Volví a ser chiquilla
volví a ser verbo
se pobló de metáforas mi cuerpo,
se derramaron como un río
todos los sonidos del viento,
fui ninfa entre tus ondas
desnuda la mente
desnudo el cuerpo,
Y desnuda mi alma
te acogí, como la sed
de la flor, que se abre al rocío.


Guillermina Covarrubias Medina
21/04/2015/


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