16 ene 2024

EPILOGO



Desierto de Atacama



En el tiempo y el espacio
se ha quedado
tu labio sobre mi labio
y en el arrebol de las mejillas
el palpito de tu cuerpo.

El alfabeto entero, hizo plañir
un río de palabras no dichas
y la lengua anestesiada
en un revés de la vida,
se hizo eterna locura.

La puerta de la noche se abrió
en sintonía de quimeras,
huele la hierba a recuerdo
en la sombra de la luna,
¡Solo son vuelos de cenizas!

Escribiré la desilusión
en el epilogo de la vida,
una fábula inconclusa
que se nutre en el desierto
con la vibración del silencio.


Guillermina Covarrubias Medina
13/01/2024
DDRR.

TRASTOCADA

Mirando el contraste a veces así es la vida, y como de las espinas puede germinar algo tan bello como una flor y nació este poema.
Foto tomada de mi cactus



Las grullas, hacen danza en la cabeza
nidos de palabras llenan mis oídos
y los órganos profundos golpean
el pecho, las venas y las horas más dulces.
Cada noche muere con los últimos reflejos
del parpadeo del sol detrás de la montaña,
en las grietas de la vieja higuera,
en la razón inmadura de agosto.
Sin embargo, está noche apago la luz
y al resucitar cada mañana cantarán
los pájaros, el trigal, con sus espigas
de sol, danzará al son del viento
con pálpitos de vida repleto de memorias.
Aún recuerdo tu risa, tus ojos pequeños
una luz de arcoíris al rocío de mis ojos,
que más que rugir la piel, trastocó el alma
y la furia de palabras vuelan cual palomas,
encendiendo la lumbre que dejaste en mi boca.
Escondo el horizonte entre mis ropas
huele el aire a mañana de resurrección
y yo estaré conmigo, vestida de acuarelas.


Guillermina Covarrubias Medina.
DDRR del autor.
09/01/2024