21 abr 2023

AMAPOLAS






Mi boca blasfema la triste dulzura,
de piedra se ha vuelto mi pecho
tantas cenizas en el corazón;
un mundo de sentimientos en el cuerpo.
La aurora perfuma las heridas
se vuelven de metal mis manos,
¡y no quiero!
Se han llenado de polvos mis zapatos,
pretendiendo alcanzar el viento
con una alforja llena de palomas y sueños.
 ¡Ay efímeros sueños!
sombras que se diluyen a fuego lento,
pero siempre el río vuelve al mar
bebiendo el zumo de su sal
que deja el sabor de lo incierto;
la armadura de lana del amigo
la levadura de la luz y tinieblas
que amasan su pan de noche.
¡Ay si hasta escucho los quejidos!
de los árboles y los aullidos
lastimeros de mi hija perruna
como anunciando el destierro.
¡A veces tampoco quiero
arrumbar mis otras semillas
en el cóncavo y convexo.
Debo regresar al Génesis
a las raíces de mi huerto
¡Ahí me esperan otras amapolas!


Guillermina Covarrubias Medina.
Febrero de 2023

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