17 feb 2019

Entre colores






Sabías que los grillos hacen collares,
con los suspiros escondidos
en el silencio
y las sombras brillan en el nácar
de mi almohada.
Se desliza en la ácida lluvia
el olor a noches antiguas
entonces parpadean las nostalgias,
languidecen en el umbral vacío,
los ecos perdidos de tu voz.
Duelen las letras,
cuando interrogan el alma
escalan las madrugadas.
Me enseñaste tantas cosas
que los arboles vuelan
y el viento enreda los colores
en las simientes peregrinas
de lo absurdo
Me enseñaste tantas cosas,
se desnudaban los besos
al rojo improvisados
susurrados al oído.
Sí, se puede remontar
el vuelo aún con las alas heridas.
Este resiliente caparazón
en el ocaso sueña y ni siquiera
tú, imaginas esos sueños.




Guillermina Covarrubias.
Febrero 2019

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