8 sept 2023

sin titulo aun


Lo busca por los callejones solitarios, entre sus órbitas opacas, nebulosas, la noche parece un calabozo en el tiempo, que hace sus acrobacias, lleva en sus manos jeroglíficos, papeles en blanco y escritos, de tanto llevar su recuerdo en poemas, con ritos clandestinos, y se hunden en sus horas los versos que encadenan sus latidos.
El viento sarcástico, baraja las ramas de los árboles burlándose de su locura, los grillos bajo el romero y el croar de las ranas al unísono, se sacuden las nostalgias, las nubes siguen abriendo sus ojos y la lluvia infinita canta, canta.
Sin embargo, ella lo busca en el reflejo de las aguas, como arando las distancias, las gotas se escurren por las hendijas de su paraguas, quizás a lo lejos alguien le deletree, estás hecha de olvido, el invierno no es perenne y la lluvia no es hastío.
Y se queda trenzando la vida, con el recuerdo atado a la cintura, bajo su falda, en su negro café, mientras la lluvia canta, canta.


Guillermina Covarrubias Medina.
08/09/2023/
DDRR