Con sus cielos arrebolados, y aunque huele a lluvia, siempre serás fuente de mi inspiración...no te olvido
Huele a lluvia, la luna está menguante y como una danza de cien alas, tatúan fábulas en el pecho, el trigo brama con el viento y las acrobacias de los murciélagos hacen complicidad con el tiempo de mi cuerpo anónimo y del corazón salen sombras que van poblando el cielo y tú, siempre conmigo, como la brisa entre los matorrales donde se esconden los imborrables recuerdos y los invisibles suspiros en el umbral de la ventana, y mi Higuera, vestí de pliegues sus raíces, puse brumas en sus ásperas ramas.
Cuántos otoños más, tostaran las hojas de los silencios, cuánta lluvia de estrellas iluminará la súper luna, que me cubre en cada ciclo, agosto me besas, das vuelta en los espejos como la vieja llave que no calza en la cerradura de la vida.
Aleteo mi brújula de miel en seis letras, que llenan toda la savia de mi historia y sin parar me pierdo silente en la vía láctea, salpica en mis cabellos, como una lágrima que se atraganta en el eco de tu mirada, ¿cómo ayer ves?
Sigo, sigo sin relajo, bosquejo el mapa del mañana en las enaguas, en la ruta del destino, en las huellas de mis noches, en el espantapájaros que renació un atardecer al soplo de la juventud, aún oigo los pasos que has dejado y en el brillo de la lluvia sonrío, y la piel se me llena de palomas.
Guillermina Covarrubias Medina.
09/08/2023
DDRR.